Participé en la ambientación de un casamiento en La Barra, Maldonado, creando un espacio único con follaje artificial intervenido a mano con pigmentos fluorescentes. Además, diseñé una escultura de 2 metros integrada al montaje, aportando un carácter artístico y distintivo al evento.

El proyecto fue un desafío intenso, que implicó planificación rápida y colaboración con distintos profesionales, y se consolidó gracias a la confianza de los novios y el apoyo de mi familia y colegas.